miércoles, 30 de noviembre de 2011

DANDO EL FRUTO A LA PERSONA CORRECTA

Nuestra existencia en la tierra no es una simple casualidad, cada uno de nosotros tiene un propósito y este es bastante particular. Para el cumplimiento de este propósito hemos sido dotados por nuestro diseñador con dones y talentos que nos convierten en personas tan particulares como nuestro propósito.
Pero aunque lo hagamos de maneras diferentes el propósito para el cual fuimos creados es el servicio de nuestro Dios… Sin importar en que área te desempeñes tu misión  es el servicio.


VERSICULO BASE
“Por la mañana, volviendo a la ciudad, tuvo hambre. Y viendo una higuera cerca del camino, vino a ella, y no halló nada en ella, sino hojas solamente; y le dijo: Nunca jamás nazca de ti fruto. Y luego se secó la higuera” MATEO 21: 18-19

TOPICO 1: DOTADOS DE DONES Y TALENTOS

La higuera es una planta de porte bajo, incluso se parece más a un arbusto pero entre todas las plantas existentes Jesús decidió usar a esta pequeña para dar una gran enseñanza a sus discípulos… Entonces primeramente permítenos decirte que sin importar lo pequeño que te sientas comparado con los demás Dios puede usarte a ti… Sin importar tu tamaño o habilidades todos fuimos creados para el servicio de Dios.
En el mundo existen millones de plantas y todas con características diferentes. Algunas son medicinales, otras son de hermoso aspecto y nos dan un paisaje, otras dan fruto. También las hay de diferentes tamaños y orígenes e incluso algunas requieren de algunas características particulares para que vivan.
Es fácil que nos identifiquemos como estas plantas. De diferentes tamaños, cualidades y habilidades. En este caso la higuera puede dar higos sin ningún esfuerzo porque este es su don y es natural para ella… También existen higueras con la habilidad de dar higos y brevas en diferentes temporadas… ¿Cuál es tu don natural? Algo que haces sin esfuerzo, eso para lo que parece que naciste y en efecto para lo cual fuiste diseñado.

TOPICO 2: DANDO NUESTRO FRUTO A LA PERSONA CORRECTA

En el relato de la higuera no se especifica cuantos años tenía esta planta pero por muy joven que fuera tratemos de imaginar por un momento cuantas veces esta higuera dio fruto, a cuantas personas alimento con su fruto… Durante su vida seguramente sirvió a muchos que cruzaron por ella con su talento, con su fruto pero cuando Jesús cruzo y necesitaba de esta no tenía fruto.
Muchas veces nos dedicamos a entregar nuestros dones y talentos al servicio de otros e incluso nos equivoquemos al entregarlo… Algunas veces servimos con lo que Dios nos entrego a personas o causas que no son buenas y no nos retribuyen.
Necesitamos procurar que cuando Jesús necesite de nuestro servicio nuestros dones y talentos no hayan sido desperdiciados en otras cosas… Nuestros talentos nos fueron dados por Dios y son para su servicio… Esta higuera no sirvió a la persona adecuada, ella fue creada con el propósito de servir a Jesús pero cuando el cruzo por ella se lo había dado a otros.
Algunos intentan disculparse con excusas como que no es tiempo para servir a Dios… En Marcos 11: 13 se disculpa a la higuera diciendo que no era tiempo de higos pero debemos entender que todo nuestro tiempo es tiempo de servicio a Dios… Sin excusas cuando Jesús pase por tu lugar sin importar en lo que estés ocupado es tiempo de servirle a él.

TOPICO 3: LA MALDICIÓN DE LA HIGUERA

Cuando la higuera no sirvió a Jesús la maldijo y quito de ella su habilidad de dar fruto… Nuestro mayor privilegio y deleite es servir a nuestro Dios, no permitas que cuando sea tiempo de usarte tus dones se hayan agotado a servicio de otras cosas como placeres y desgaste con quienes no retribuirán y que solo absorben.
Prepárate y entrena tus dones y talentos para el momento en que Jesús te necesite y solo entrega tu fruto bajo su dirección a las personas correctas, en los proyectos correctos y a las causas correctas.
Como la higuera no te niegues la posibilidad de que Dios te use porque si tu no estás preparado y dispuesto para cuando el lo necesite usara a alguien más.

CONCLUSIÓN
-        -  Todos fuimos dotados de dones y talentos
-       - Nuestros talentos son para el servicio de Dios, no los malgastes y úsalos bajo la dirección de Dios
-         - Cuida tus talentos para Dios porque el servirle será el mayor deleite que tendrás

No hay comentarios:

Publicar un comentario